Antofagasta y Paraguay

Compartimos el Trópico de Capricornio y Asunción está en línea recta con nuestra capital regional. Pero hay muchas cosas más que nos unen. Los puertos antofagastinos son el contacto natural del mediterráneo país con el océano Pacífico. Por ello, desde 1968, está vigente un convenio entre los gobiernos de Paraguay y Chile, convertido luego en leyes en ambos países, que concedió un Depósito y una Zona Franca al Paraguay en Antofagasta y –en contrapartida- similares facilidades a Chile en ese país.

Desde 1975, los máximos entes empresariales de Antofagasta y del Paraguay conformaron –junto a los del norte argentino y algunos departamentos de Bolivia- el Grupo Empresarial Interregional del Centro Oeste Sudamericano (Geicos), intento de integración que luego se traspasó a los gobiernos regionales de las mismas áreas, más algunos estados de Brasil y departamentos del Perú, generando la Zona de Integración del Centro Oeste Sudamericano (Zicosur).

No fue casual que en la génesis del Corredor Bioceánico Vial –creado por la “Declaración de Asunción” del 21 de diciembre de 2015- para una reunión bilateral previa en Paraguay, la Presidenta de Chile invitara al Intendente Regional de Antofagasta, además que entonces Valentín Volta ejercía la Presidencia Pro Tempore de la Zicosur. Tampoco extrañó que la primera reunión del Grupo de Trabajo de los gobiernos nacionales que impulsan el Corredor (Brasil, Paraguay, Argentina y Chile) se realizara en Antofagasta, en mayo de 2016. Ni que la quinta reunión de este organismo, que ha venido gobernando el desarrollo del Corredor, también se hiciera en Antofagasta, en noviembre de 2017. Antes de eso, los Cancilleres y Ministros de Obras Públicas de ambos países se habían reunido en Antofagasta, para oficializar la disponibilidad –en La Negra- de las 10 hectáreas ofrecidas a Paraguay para que funcione su Zona Franca.

Por la reciente visita del Presidente de Chile al Paraguay, la semana pasada estuvo en Santiago el Canciller de ese país, firmando un Acuerdo Comercial y otros cinco instrumentos bilaterales, entre ellos uno de Reconocimiento Recíproco y Canje de Licencias de Conducir. Ciertamente se expresaron apoyos mutuos a la terminación del Corredor Bioceánico y al funcionamiento del Depósito y Zona Franca.

Esos acuerdos fueron firmados en Santiago. La Región de Antofagasta, donde están los pasos fronterizos y al menos dos de los puertos por donde transitan las cargas intercambiadas por Paraguay con los mercados del Asia Pacífico, no figura ni como invitado de piedra. ¿Efecto del centralismo? Sí, en buena medida. Pero también por falta de interés manifiesto de los sectores que en nuestra región se verían beneficiados con el real funcionamiento del Depósito y Zona Franca del Paraguay, así como con similares facilidades comerciales para Chile en ese país. Basta recordar que el reglamento para que funcione el Depósito Franco sólo se obtuvo luego de una intensa campaña de la Cámara de Comercio de Antofagasta. Sin embargo, por la Zona Franca –que generará mucha más actividad económica y beneficios laborales para Antofagasta- nadie ha movido un dedo en nuestra región.

 

Herman Cortés C.

Investigador IDEAR-UCN

Publicado por: EL MERCURIO DE ANTOFAGASTA