Decir que “la Integración pasa por Salta” no es una frase hecha. Tampoco un exceso de localismo ni de apreciaciones infundadas. ¿Por qué? Porque la posición geoestratégica de Salta la ubica en un rango internacional, propicio para la integración regional por varias razones.
Por un lado, al limitar con tres países: Bolivia, Chile y Paraguay, tiene un amplio espacio de posibilidades de intercambios culturales y comerciales; de complementación y cooperación.
Esa misma condición deviene del pasado histórico, el cual muestra una Salta liderando el proceso independentista, con Martín Miguel de Güemes a la cabeza en este Norte argentino actual. Nadie ignora que en la época colonial Salta era bioceánica y que el Sur de Bolivia estaba integrado por la división política virreinal a nuestro actual territorio provincial.
Asimismo, debemos considerar y valorar la visión política estratégica y de futuro de dos presidentes argentinos: Hipólito Yrigoyen y Juan Domingo Perón. El primero, inició la construcción del Ramal C14 del Ferrocarril Belgrano; el segundo, continuó la obra y la inauguró en 1950.
Desde entonces, el tránsito entre Salta y Antofagasta se intensificó. El Ferrocarril permitía transportar pasajeros y cargas diversas. Se modernizó en aquellos tiempos, que se prolongaron hasta la década del 80 en el siglo XX, aquel intercambio a pie con el que transponían la cordillera los arrieros de ganado en pie.
Siempre en el Siglo XX, allá por la década del ´70, el empresariado de Salta –apoyado por los gobiernos provinciales de la época- decidieron reivindicar la historia de la Salta que goza de una ubicación que la convierte en el nodo donde confluyen las rutas de la integración, de Norte a Sur y de Este a Oeste.
Recostada sobre el Trópico de Capricornio, el actual Corredor Bioceánico Atlántico-Pacífico, tiene en Salta su punto de conexión insoslayable.
El Paso Fronterizo de Sico, con la Ruta Nacional 51, la Ruta Provincial 54; y las demás carreteras complementarias como la RN 16, la RN34, completan u8n esquema de vinculación física inmejorable.
Si miramos el territorio de Norte a Sur, los dos pasos fronterizos que nos unen con Bolivia: Salvador Mazza-Yacuiba, sobre la RN 34 y Aguas Blancas – Bermejo, sobre la RN 50, comprenderemos mejor el sitio privilegiado de salta, ya que la integración ciudadana, cultural, comercial, etc., es una realidad cotidiana.
Y yendo hacia el Este de nuestra provincia, resulta por demás importante la vinculación con el Paraguay. Nuestro Noreste salteño, concretamente el Departamento Rivadavia, forma parte de la gran Región del Chaco Sudamericano, y así se confunde nuestro Chaco Salteño con el Chaco Paraguayo. Una sola identidad, un pasado común y un futuro que debe ser compartido.
La integración pasa por Salta, como decíamos al comienzo, no es una frase hecha ni antojadiza.
Es la clave geográfica, política y estratégica para que el CORREDOR BIOCEANICO POR EL EJE DE CAPRICORNIO sea pronto una realidad irrenunciable.
Todos los trabajos que se hicieron y que continúan en marcha son el resultado de esa voluntad de integración que no es contemporánea. Parte desde la profundidad de la historia compartida. Y quien ignora su pasado, no podrá nunca edificar un porvenir venturoso.